Diamantes. Compromiso atemporal.

Diamantes: COMPROMISO ATEMPORAL.

Los Diamantes siguen siendo una de las piedras preciosas más cotizadas en la actualidad. Su belleza y su estilo atemporal han sobrevivido a los cambios de diseño y tendencia, siendo empleados en numerosas piezas. Sus diferentes cortes, sus formas de engastado y las posibilidades a la hora de combinarlo con oro blanco y amarillo, lo hacen un material muy versátil a la hora de diseñar, así como el rey de las piedras preciosas. Si bien esta descripción no se corresponde realmente con su naturaleza, es cierto que es el más apreciado, frente a otros como las esmeraldas, zafiros, rubíes, etc.

Pendientes, gargantillas, sortijas, pulseras…a la hora de llevar esta joya podremos escoger diferentes tallas, que son la forma en la que el material es pulido para poder resaltar al máximo sus cualidades de color, transparencia o resplandor:

El Engastado: garra, chatón y grano.

Éstas tres son las nomenclaturas generales para el arte del engastado, que es el que asegura la piedra al metal. Así, la Garra solemos encontrarla en solitarios y alianzas, siendo la más sutil. El Chatón en cambio es aquel en el que la piedra preciosa está sujeta por el metal en todo su perímetro, y se muestra semi-enterrada. El grano o micro-garra se aplica al acabado pavee o cuajado, en el que hay gran número de piedras preciosas de pequeño tamaño.

El Color.

El color más comercializado es el incoloro (apariencia blanca), y dentro de las variedades, el Riviere es el más valorado, ya que asegura que el Diamante no tendrá sub-tonalidades amarillentas. Se describe como Blanco Excepcional +.

Las dos siguientes variedades, Top Wesselton y Wesselton serían las más comercializadas en la actualidad, y las Crystal, Cape o Light Yellow las que se acercan más a la tonalidad amarilla.

Existen también de forma natural los Diamantes con color. Denominados “fantasía” o “fancies” en el comercio internacional, éstos sobre todo se valoran por su rareza en color, y menos por su pureza o calidad en la talla. Anaranjados, verdes, rosas, malvas, azules o rojizos…estas rarezas superan en gran medida el valor del Diamante incoloro, llegando a cifras astronómicas. Por ello no suelen emplearse en la Joyería Comercial, sino en mercados más exclusivistas.

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